La yema: Ponemos a hervir el agua con el azúcar hasta que esté a punto de hebra. Batimos las yemas con un tenedor, no mucho, lo suficiente para que se rompan y se mezclen.
Las vertemos sobre el azúcar, poco a poco y sin dejar de remover, hasta que espesen. Reservamos y dejamos enfriar.
Cubrimos el fondo de las llandas con las obleas y reservamos. Mezclamos la harina, el azúcar molido, 2 huevos, la corteza de limón rallada, y la canela. Amasamos bien y formamos bolitas del tamaño que deseemos los pastissets.
Aplastamos con la mano para que queden muy finos, y rellenamos con la yema. Horneamos unos 4/6 minutos. En el momento que cambien de color a más blanco, los sacamos rápidamente y los pintamos con la yema antes de que se enfríen.
Una vez fríos recortamos las obleas con unas tijeras dándole la forma del pastisset. Saben mejor a partir del 2º día, y si los guardamos en una cazuela tapados, o en un tarro, pueden aguantar perfectamente.
Comentarios de los miembros:
Mm. Que buenos que pinta tienen.Con boniato también tienen que estar buenos.