Empezamos desalando el bacalao, para ello lo ponemos en remojo durante dos días, cambiándole el agua dos veces diarias.
Lo desmigamos y lo reservamos.
Preparamos la masa: En un bol ponemos la harina, el agua y la sal, la masa no debe quedar muy espesa, pero sí consistente, la dejamos reposar un par de horas.
Mientras, lavamos las alcachofas y las deshojamos quedándonos con el corazón y partiéndolo en cuatro partes. Picamos la cebolla, los ajos, los pimientos y rayamos lo tomates.
En una cazuela ponemos un chorreón de aceite de oliva, rehogaremos todo lo anterior junto con las alcachofas a fuego lento.
Abrimos la almejas con un poco de agua, con una hoja de laurel y sal. El agua se reserva. Con el rodillo extendemos la masa y la dejamos en unos 3 mm de espesor. Luego la cortamos a cuadraditos.
Terminado el sofrito, se le añade el agua de las almejas, los cuadraditos de masa con cuidado de separarlos y el bacalao desmigado.
Si lo necesita se le añade más agua y a los diez minutos de cocción, las gambas y almejas y dejamos a fuego lento otros diez minutos más.
Finalmente, se hace una picada con la hierbabuena, los ajos restantes y el azafrán, unos minutos antes de terminar se la añadimos al guiso