Como toda ensalada, comenzamos lavando las espinacas y colocándolas en la fuente o ensaladera donde las vayas a servir y añade las nueces.
Para hacer el aliño, es más fácil utilizar un bote pequeño con tapa para que todos los ingredientes se mezclen bien. Dentro del bote añade una parte de vinagre por tres de aceite, una pizca de sal y de pimienta, ciérralo y sacúdelo hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados.
Vierte este aliño sobre las espinacas y remueve todo. Corta el queso a dados y añádelo junto con las cebollas crujientes (vaya descubrimiento hemos hecho con estas bolsitas, hay unos 4 sabores diferentes y le dan un toque muy bueno a las ensaladas, os recomiendo que las probéis!!) pero esta vez no remuevas para que quede más bonita. Como toque final, con una cucharilla añade la miel a tu gusto.