Ponemos los muslos en una cazuela y los dejamos marinando con una cucharadita de sal, una cucharadita de pimienta blanca molida y media de azúcar. Lo dejamos marinando 15/20 minutos.
Mientras tanto en un cazo hervimos el vino blanco junto con la miel y unas hojas de salvia, removiéndolo para que quede bien uniforme.
Pasado ese tiempo añadimos a una cazuela baja y honda un chorro de aove, lo calentamos y doramos en ella los muslos por ambos lados hasta que se dore. No más de 3 minutos en total.
Apagamos, retiramos la grasa que han soltado, y añadimos la salsa de vino y miel. Lo dejamos cocer a fuego muy bajo durante una hora y media aproximadamente, tiempo durante el cual iremos girando los muslos cada 15 minutos y rociando con la salsa.
Calentamos el puré de patata, picamos unas hojas de salvia y se las añadimos, mezclándolo bien. Servimos cada muslo acompañado de puré de patata a la salvia y rociamos con la salsa de miel de los muslos.