En una olla ponemos a calentar agua con una cucharada de sal y una hojita de laurel, en cuanto empiece a hervir, echamos la pasta y dejamos cocinar hasta que esté al dente.
Una vez que la pasta esta en su punto, la escurrimos y ponemos aparte. Y bien, mientras tenemos el agua para la pasta en la estufa, podemos comenzar a hacer las albóndigas. Para esto, echamos en un tazon grande, la carne, la cebolla picada, los dos huevos y pon 1/2 taza de pan molido. Comienza a mezclar los ingredientes hasta que esten integrados, añade sal y pimienta y prueba y sigue mezclando.
Si deseas tus albondigas un poquito mas crujientes, puedes echarle un poco mas de pan molido (1/3 de taza mas) y revuelve de nuevo. Y ahora si, comienza a formar las bolitas procurando que no sean muy grandes.
Una vez listas las albondigas, en una sarten ponemos aceite, lo dejamos calentar y vamos poniendo las albondigas para irlas dorando sin olvidar ningun espacio.
La salsa : En una cacerola ponemos un chorrito de aceite y el ajo picado hasta que se dore, luego echamos el puré de tomate, sal, pimienta, una pizca de oregano y las otras hojitas de laurel, tomamos una de las cajitas de puré, la llenamos de agua y la vaciamos en la salsa para aligerarla, si no queremos una salsa tan espesa, o con un sabor a tomate demasiado fuerte, podemos rellenar la cajita con agua e irle echando de poco en poco durante la coccion.
Revolvemos bien con un cucharon y dejamos hasta que suelte el primer hervor, entonces probamos de sabor y corregimos si es necesario. Dejamos hervir unos 2 minutos y echamos dentro las albondigas. Cocinamos por unos 5 minutos mas y retiramos.
Para servir esta pasta tenemos dos opciones, una es tomar un recipiente amplio y revolver ahi la pasta con la salsa y la otra es, servir la pasta en los platos y poner la salsa con albondigas por encima.