Antes de comprarlo, se deben escoger las piezas de salmón que menos espinas tienen y asegurarnos de que la carne esté rosada.Precalentar el horno a 200 ºC.
Colocar el salmón en la bandeja del horno procurando que no se toquen los trozos para que así se cocinen de forma más homogénea. Sazonarlos y regarlos con un poquito de aceite de oliva, teniendo cuidado de no poner mucho porque el salmón es ya muy graso de por si.
Rociarlos con el zumo de limón, añadir el ajo y el perejil picados muy menudos y espolvorear las especias.
Hornear durante unos 30 minutos con cuidado de que no se pase pues el salmón es mejor que quede jugosito a que se refría en su propia grasa.
Preferiblemente este plato debe estar acompañado de una guarnición vegetal y un buen vino blanco para concluir la comida.