Por un lado cocemos la pasta con abundante agua, una hoja de laurel y sal, mientras vamos preparando la "salsita".
En una sartén salteamos en el aceite, el bacon cortado en cuadraditos pequeños, los piñones y la picada de ajo y perejil. Cuando el bacon esté crujiente y los piñones doraditos mojamos con el whisky y dejamos que se evapore el alcohol.
Cuando haya reducido añadimos la mantequilla, sin dejar de mover en círculos la sartén para que ligue bien la salsa. Mezclamos la salsita con la pasta y listo para comer!!!