Pelamos las manzanas y las troceamos finamente. Las ponemos en un cazo y añadimos un poco de agua, no hace falta que las cubra, es sólo para que ablanden y no se peguen. Cuando empiecen a deshacerse, añadimos el azúcar, la canela, la nuez moscada y la mantequilla.
Mantenemos a fuego medio-bajo, para que la fruta termine de ablandarse, aunque no es necesario que se deshaga completamente. Dejamos enfriar, para que al manipular los saquitos no se nos deshagan con el calor y la humedad.
Preparamos las hojas de pasta brick, que deberán estar a temperatura ambiente, si no, no podremos manipularlas. Pondremos 2 hojillas, para hacer nuestros paquetitos más resistentes, y con una cuchara vamos colocando la compota de manzana en el centro. Podemos añadir algún fruto seco, yo en este caso puse almendras laminadas, pero no es imprescindible. Vamos cerrando los paquetitos y colocamos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal.
Cuando los tengamos todos armados, pincelamos la superficie con un poco de mantequilla, que les dará un color dorado y brillante. Introducimos en el horno precalentado a 160ºC, vigilando poco a poco, porque según el tamaño del paquete, la temperatura del relleno, u otros factores, el tiempo de horneado variará. Cuando veamos que se han dorado, los retiramos. Adornamos con un hilillo de miel y listar.
Comentarios de los miembros:
Buenííííísimooooo