Hace unos años publiqué un bizcocho de zanahoria que hemos hecho muchas veces, pero con el paso de los años hemos ido actualizando la receta y aunque las diferencias no son muy grandes, tengo que reconocer que nos gusta más con estos pequeños cambios. Queda mucho más esponjoso y con el toque de canela que le va perfecto a la zanahoria.
Pelamos las zanahorias y las picamos en la thermomix durante unos segundos a velocidad 7-10. Reservamos.
Ponemos los huevos y el azúcar y programamos 3 minutos a velocidad 6.
Añadimos el aceite, la zanahoria y la canela y mezclamos todo bien durante 10 segundos a velocidad 6.
Por último, ponemos en el vaso la harina y la levadura y batimos todo durante 30 segundos a velocidad 6.
SIN THERMOMIX:
Precalentar el horno a 180ºC.
Pelamos las zanahorias y las pasamos por un rallador. Reservamos.
Ponemos en un bol los huevos y el azúcar y batimos bien. Mejor con unas varillas eléctricas.
Añadimos el aceite de girasol, la zanahoria rallada y la canela. Batimos todo bien.
Por último, añadimos la harina y la levadura y mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea.
En un molde previamente engrasado volcamos la mezcla y lo llevamos al horno.
En esta ocasión lo hice en un molde de 23 cm.
Horneamos a 180º C durante 50 minutos. Se vemos que se dora demasiado la parte de arriba, cuando llevemos 35 o 40 minutos podemos taparlo con papel de aluminio.
Dejamos que se enfríe y servimos.
Queda un bizcocho muy esponjoso, con un sabor único... con un ligero toque a canela, que hará que nadie pueda resisitirse.