El cheesecake es una de las tartas norte-americanas más populares del planeta ¡y no nos extraña! Sedosa, fácil de preparar y admite mil variaciones. En la receta de hoy, combinamos la dulzura de la miel con el ligero toque acidulado del limón, una combinación que realmente funciona. Y para la decoración hemos recreado una textura de panal de abeja que va que ni pintado con el tema ¿Con qué habremos logrado ese efecto? Te lo contamos todo a continuación!
Cortar el papel de burbujas en forma de círculo y del mismo tamaño que nuestro molde.
Para hacer la base de la tarta: Tritura o machaca las galletas hasta hacerlas polvo. Ponlas en un bol y añade la mantequilla fundida. Mezcla hasta que ambos ingredientes queden amalgamados. Mientras seguimos con la elaboración, mete la nata líquida (crema de leche) en el congelador (freezer) durante 15 minutos máximo para que se enfríe pero que no se congele.
Ubre la base del molde desmontable con papel sulfurizado (para ello, tendrás que quitar el aro, colocar el papel en la base y volver a poner el aro). Si deseas un acabado más limpio puedes poner acetato en el interior. Echar la pasta de galletas y mantequilla en la base de nuestro molde. Presiona con la base de un vaso para que la base quede más compacta. Refrigerar.
En un bol (metálico o de cristal) añade: el queso crema philadelphia + queso mascarpone + nata fría (crema de leche), ralladura de limón + jugo de limón y la miel. Batir hasta que nos quede una crema homogénea y compacta.
Verter esta mezcla sobre la base de galletas. Alisa la superficie. Ahora, extiende el papel de burbujas sobre la tarta (el lado de las burbujas sobre la crema). Refrigerar toda la noche o como mínimo 4 horas.
Pasado ese tiempo, desmoldar con cuidado y retirar el papel de burbujas. Cubre la superficie con miel y coloca una rodaja de limón a modo de decoración. Y listo!
Si deseas que tu cheesecake quede con una textura más firme puedes añadir gelatina o agar agar.
Gelatina: Pon a remojar una hoja de gelatina en agua fría con el fin de rehidratarla. Calienta un poco de nata líquida y añade la gelatina (bien estrujada y escurrida). Disuelve. Añade este mezcla a la crema de nata y mascarpone (en el paso 4)
Agar Agar: En un cazo llevar ebullición suave el jugo de limón y miel. Añadir 1 gr de agar agar. Remover durante uno o dos minutos para que se disuelva en el líquido. Retirar el cazo del fuego y dejar enfriar un poco antes de incorporarlo a la preparación del paso 4. Ten cuidado de que no se enfríe del todo ya que corremos el riesgo de que se solidifique completamente antes de haberlo añadido.