Perfumar la nata montada con la esencia de vainilla (es decir incorpore la vainilla a la nata montada mezclándolas con movimientos envolventes). Poner en una cacerola los 200 g de fruta procesada y el azúcar. Llevarla a fuego medio, revolviendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva totalmente.
Retirar del fuego y dejar entibiar. Incorporar la fruta picada y mezclar. Poner una cucharada de nata montada al centro de la fuente elegida para presentar nuestro merengado (este paso es para evitar que nuestro merengado se mueva mientras estamos armándolo o cuando lo estemos sirviendo).
Situar una placa de merengue como base, centrándola sobre la fuente. Cubrir la placa o plancha de merengue con la mitad de la nata montada. Esparcir la mitad de la mezcla de fruta sobre la nata, teniendo cuidado de no mezclarlas. Poner la segunda capa de merengue, y repetir los pasos 8 y 9 .
Cubrir con la tercera y última placa de merengue. Con los rosetones de merengue cubrir los bordes totalmente (como se observa en la fotografía). Adornar la superficie con la fruta reservada para ese fin. Refrigerar (cubrir si es necesario para evitar el goteo de las condensaciones de la refrigeradora).