Hacemos una bola, y la recubrimos bien con film. La dejamos reposar unos 30 minutos.
Pasado este tiempo, estiramos la masa. Podemos hacerlas redondas, con forma de oreja humana, de burro, o como prefiramos.
Normalmente son bastante grandes, las de pastelería más o menos como el tamaño de un plato. Las de mi madre también son bastante grandes, "tamaño madre", seguro que me entendéis.
Las freímos en aceite de girasol bien caliente.
Se espolvorean con azúcar glas y/o canela al gusto. Se pueden comer calientes o frías.
Comentarios de los miembros:
Riquisimas
Ricas.Morita.
MUY RICO