Separamos 1/2 taza de los 500 ml de leche. El resto lo echamos en un cazo junto con la nata, el azúcar y el queso de untar.
Ponemos a calentar el cazo con los ingredientes y vamos removiendo con las varillas hasta que todo esté bien mezclado y tengamos una crema fina.
En la taza de leche que habíamos separado anteriormente deshacemos los dos sobres de cuajada.
Cuando la crema de queso que tenemos al fuego comience a hervir vertemos la leche con la cuajada. Removemos bien hasta que vuelva a ebullición. Dejamos un par de minutos para que espese y separamos del fuego.
En otro cazo ponemos el azúcar y el agua, ponemos al fuego y calentamos sin parar de remover. Cuando el azúcar comience a tener un todo dorado y haya espesado lo vertemos en fondo del molde que hayamos escogido, yo la preparé en un molde de silicona de plum cake.
Encima vertemos la mezcla de queso que teníamos preparada y dejamos que enfríe. Una vez fría la matemos en la nevera y la dejamos reposar hasta el día siguiente para que cuaje bien.
Con esta tarta quedas muy bien, fácil y rápida de hacer y de excelente paladar. Ya la he elaborado varias veces y si por mi fuera la tendría todos los días de postre
Gracias! :)