Esta semana toca tarta, en lugar de bizcocho. Una tarta de fresas con nata, totalmente de temporada.
Tanto si tienes una ocasión especial para celebrar, como si solo quieres darte un homenaje, esta propuesta te va a encantar. Y ahora, que todavía hay fresas en el mercado, es el momento de hacerla.
Lo primero es preparar las fresas. Las cortamos en trozitos pequeños y las ponemos en un recipiente. Echamos por encima el vinagre y 2 cucharadas de azúcar. Las dejamos macerar.
Hacemos el bizcocho. En un recipiente mezclamos la harina, el cacao y la levadura. Pasamos por un tamiz. Separamos las claras de los huevos. Las batimos a punto de nieve y las reservamos. En otro recipiente batimos las yemas de los huevos con el azúcar, hasta que estén espumosos. Añadimos el aceite y la leche.
Juntamos el batido de huevos, la harina y las claras de huevo reservadas, mezclamos bién con una espátula y lo volcamos en un molde desmontable de 24 cm. Horneamos a 170º durante 30 minutos. Desmoldamos y dejamos enfriar completamente.
Partimos el bizcocho en 2 y ponemos una de las partes en la bandeja donde lo vamos a servir. Alrededor ponemos un aro ajustable (te puede servir el aro del molde donde lo has horneado, aunque yo tengo un aro especial extensible). Yo puse, además, unas tiras de acetato alrededor por dentro del aro. Las tiras de acetato sirven para que cuando quites el aro el borde quede perfecto. Yo las compro en la papelería, son las hojas de plástico transparente que se utilizan en las transparencias. Las corto en tiras del ancho del molde y las reutilizo. Es decir, que cuando las uso, las lavo y me sirven una y otra vez.
Ponemos la gelatina a hidratar en un recipiente con agua durante 5 minutos. La escurrimos y la disolvemos en 2 cucharadas de agua caliente.
Montamos la nata. Primero mezclamos la gelatina con la nata líquida y luego empezamos a montar. La nata tiene que estar muy fría. Cuando esté a medio montar, le vamos añadiendo el azúcar.
Preparamos el almíbar. Escurrimos las fresas que teniamos macerando y echamos el líquido en un vaso. En ese vaso, añadimos los ingredientes del almíbar y lo calentamos unos segundos en el microondas para que el azúcar se integre bién. El almíbar estará de un precioso color fresa. Emborrachamos la base del bizcocho que tenemos ya colocado en nuestro aro con la mitad del almíbar. Extendemos con una espátula, la mitad de la nata. Extendemos las fresas cortadas por toda la superficie. Cubrimos con el resto de la nata. Colocamos encima la segunda capa de bizcocho y emborrachamos la superficie con el resto del almíbar. Guardamos la tarta en la nevera unas horas, mejor toda la noche.
Preparamos la cobertura. Ponemos todos los ingredientes en un recipiente y calentamos en el microondas 50 segundos. Removemos bién, dejamos enfriar unos minutos. Desmoldamos nuestra tarta quitando el aro y las tiras de acetato y cubrimos con nuestra ganaché de chocolate.