5 platos para descubrir la cocina palestina

La cocina palestina es rica y generosa. Combinando especias aromáticas, aceite de oliva de primera calidad y técnicas culinarias ancestrales, atrae a paladares de todo el mundo. Entre los tesoros gastronómicos de Palestina, cinco platos destacan tanto por su sabor como por su simbolismo.
1. Maqluba

Si un plato personifica la generosidad de la cocina palestina, ése es sin duda la maqluba. Su nombre, que significa literalmente "dado la vuelta", ilustra perfectamente la forma en que se sirve. Tras guisarlo a fuego lento, se da la vuelta a la olla con un movimiento preciso, revelando un suntuoso milhojas de arroz, carne y verduras. Tradicionalmente preparado con cordero o pollo, berenjenas, patatas y coliflor, el maqluba suele aromatizarse con laurel, canela y cúrcuma.
2. Musakhan

Se basa en tres ingredientes esenciales de la cocina local: el pan taboun, horneado sobre piedras calientes, el aceite de oliva virgen extra, pilar de la agricultura palestina, y el zumaque (o sumac), una especia con matices cítricos que confiere al plato su sabor característico. Los trozos de pollo se asan lentamente junto con la cebolla que poco a poco se va caramelizando y se aromatiza con zumaque. Luego, se coloca sobre un pan empapado de aceite de oliva y se adornan con piñones tostados. Toda una oda a los productos locales palestinos.
3. Knafeh

Elaborado sobre una masa de pasta kataïfi, unos finos fideos muy finos y crujientes (también conocidos como a kadaif, kanafeh o kadayif) que se rellena con queso akkawi (un queso fresco en salmuera) que se funde en el horno. Una vez dorado, se rocía con agua de azahar y se cubre con pistachos triturados. Su sabor dulce y su textura crujiente pero fundente en la boca lo convierten en un imprescindible de las celebraciones familiares y broche de oro al final de las comidas festivas.
4. Maftoul

El Maftoul es un plato que suele compararse con el cuscús, pero más grueso y elaborado artesanalmente. Se prepara con bolitas de trigo bulgur recubiertas de harina de trigo y tamizadas a mano hasta obtener la textura deseada. Cocido al vapor, adquiere una textura suave y esponjosa. Generalmente, se sirve con garbanzos y pollo o cordero en un caldo especiado con canela, comino y pimienta negra, aportando un sabor profundo y reconfortante. Su preparación es laboriosa y forma parte de reuniones familiares y festividades en Palestina. A menudo se acompaña con cebolla caramelizada y una salsa de tomate especiada. Es un plato nutritivo que representa un legado gastronómico que ha sido transmitido por generaciones.
5. Fattet Hummus

La base de este plato son los garbanzos, ingrediente clave de la cocina levantina, que se machacan con tahini, zumo de limón y ajo. Esta mezcla cremosa se vierte sobre trozos de pan de pita tostado o frito, que absorben la salsa y le dan una textura irresistible. Un toque de yogur, piñones tostados y un chorrito de aceite de oliva completan este delicioso plato.
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