El
garbanzo es una deliciosa
legumbre que permite elaborar
sabrosos platos
tradicionales. Fuente de
fibra y minerales así como ricos en
lecitina son un alimento imprescindible en la dieta mediterránea que ayuda a controlar los
niveles de colesterol. Utilizando el garbanzo se pueden preparar recetas clásicas como el
cocido o el potaje, en el que son el ingrediente fundamental junto con
carne de pollo, ternera o morcilla. Resultan también muy sabrosos cocinados con
verduras, como en los
potajes de vigilia que suelen combinarse con
acelgas, espinacas o calabaza. En
verano pueden ser la base para preparar originales y saludables
ensaladas.
Entrantes
Ya sea que los compres crudos (los cuales debes dejar en remojo mínimo 12 horas antes de cocerlos) o cocidos, vas a poder disfrutar de todo su sabor y nutrientes. Todo depende de la prisa que tengas :D
Platos
Son ricos en proteinas, fibras, calcio, vitamina B, minerales... y muy bajos en grasas. Además, son saciantes, tienen un efecto de saciedad que te ayuda a sentirte pleno después de comer, y evitar picotear entre horas, lo cual, ayuda a mantener el peso.
Postres
Los garbanzos tienen la ventaja de ser muy versátiles. Puedes utilizarlos como:
- Entrante en cremas, hummus, falafel, aderezo en ensaladas, aperitivo (horneados con especias)...
- Plato en guisos, potajes, cuscús, sopas, hamburguesas vegetarianas (triturándolos con otros ingredientes)...
- Postre en pasteles de chocolate, mousses o bizcochos, utilizando los mismos garbanzos cocidos triturados, usando el líquido de la conserva (aquafaba: alternativa a las claras de huevo), o usando su harina (bastante utilizado por celiacos)
Gracias a ti por disfrutarlas! :)