Cómo revivir y prolongar la frescura de tus hierbas aromáticas

Las hierbas aromáticas, como el cilantro, el perejil y la albahaca, son ingredientes esenciales en la cocina. Su aroma y sabor fresco tienen el poder de convertir un plato común en algo excepcional. Sin embargo, uno de los problemas más frecuentes al usar hierbas frescas es que se marchitan rápidamente después de comprarlas. La buena noticia es que no tienes que resignarte a desecharlas. Con unos simples pasos, puedes revivir estas hierbas y prolongar su frescura, permitiéndote disfrutar de su sabor por más tiempo.
Revive tus hierbas aromáticas con agua fría
Para revitalizar tus hierbas aromáticas marchitas, sumérgelas en un recipiente con agua fría durante 15 a 30 minutos. Puedes añadir unos cubitos de hielo para acelerar el proceso. Este remojo permite que las hierbas absorban agua a través de sus tallos y hojas, devolviéndoles su frescura y firmeza. Una vez que las veas recuperadas, sécalas con cuidado usando papel de cocina o una toalla limpia.
Corta los extremos de los tallos
Al igual que con las flores frescas, cortar un pequeño segmento de los tallos de tus hierbas puede ayudar a que absorban mejor el agua. Utiliza unas tijeras limpias o un cuchillo afilado para cortar aproximadamente medio centímetro del extremo de los tallos. Esto abrirá nuevas vías para la absorción de agua, lo que contribuirá a mantener las hierbas hidratadas y frescas por más tiempo.
Coloca las hierbas en un vaso de agua
Después de cortar los tallos, coloca las hierbas en un vaso con agua, asegurándote de que solo los tallos queden sumergidos y las hojas no toquen el agua. Para prolongar su frescura, cubre el vaso con una bolsa plástica y guárdalo en el frigorífico. La albahaca, sin embargo, debe conservarse a temperatura ambiente. Cambia el agua cada dos días para mantenerlas en buen estado.
Envuelve las hierbas en una toalla húmeda
Otra forma de conservar la frescura de las hierbas es envolverlas en una toalla de papel ligeramente húmeda. Humedece la toalla y envuelve las hierbas con ella. Luego, colócalas en una bolsa plástica o en un recipiente hermético antes de refrigerarlas. Este método es ideal para hierbas delicadas como el cilantro y el perejil, ya que les proporciona la hidratación necesaria sin empaparlas.
Congela las hierbas para un uso posterior
Si no puedes usar las hierbas frescas antes de que comiencen a deteriorarse, congelarlas es una gran alternativa. Puedes congelarlas enteras o picadas, poniéndolas en bandejas de hielo con un poco de agua o aceite de oliva. Una vez congeladas, transfiérelas a una bolsa de congelación. Aunque las hierbas congeladas perderán su textura original, mantendrán su sabor y serán ideales para sopas, guisos y salsas.
Comentarios

Excelentes ideas las de guardar hierbas. Pero no hay mejores hierbas que las frescas y para eso hay que plantar las en maceteros, ahí duran bastante, y las vamos sacando de a poco.
¡Tienes razón, las hierbas frescas son ideales! Sin embargo, no todas las personas cuentan con espacios aptos o suficientemente amplios para tener plantas en maceteros. En esos casos, técnicas como secar y almacenar las hierbas, o incluso usar variedades de hierbas que se adaptan bien a espacios pequeños, pueden ser buenas alternativas para disfrutar de sabores frescos en la cocina. Un saludo de parte del equipo.