Desmigamos la morcilla. Ponemos un chorrito de aceite de oliva en una sartén, añadimos la morcilla desmigada y damos un par de vueltas. No hace falta freírla, pero querrer saltear un poquito.
Añadimos las tres cucharadas colmadas de harina; tostamos un poco la harina y dejamos que absorba la grasa, mezclándola con la morcilla. A continuación, agregamos la leche.
Y vamos a ir trabajando la masa hasta que la mezcla esté cremosa y sin grumos. Dejaremos a fuejo bajo, dando vueltas con una cuchara de madera hasta la masa se espese y se desprenda de la sartén.
La dejamos reposar en una fuente o un bol grande (unas 5-6 horas o hasta el día siguiente). Una vez fría, iremos formando las croquetas con las manos ligeramente engrasadas en aceite. Pasar por pan rallado y ir dejando en una fuente ligeramente engrasada para que no se peguen.
Una vez tener todas hechas, bato 2 huevos y pasar por huevo y, otra vez, pan rallado. Poner aceite de oliva en una sartén y, cuando esté caliente, voy echando las croquetas. A mí me gustan tostaditas!!! Y, he aquí mis croquetas de morcilla!!!