Oriente Medio tiene tesoros culinarios que merece la pena conocer. Entre ellos están los boreks. Una especie de empanada de crujiente masa filo que esconde un relleno jugoso de espinacas y queso. Existen muchas variedades de borek tanto por su forma, podrás encontrar borek triangulares, enrollados… como por su relleno siendo muy populares los de queso, patata, carne picada... Esta receta no es nada complicada y podrás adaptarla fácilmente a lo que más te guste :) Sigue nuestro paso a paso detallado ↓ ↓
En una sartén con un poco de aceite dora las chalotas cortadas en juliana y el ajo finamente picado y reserva. Agrega las espinacas, lavadas y escurridas. Salpimientar al gusto. Si lo deseas puedes añadir un toque de especias orientales como comino, ras el hanout... y rehogar. Cuando estén en su punto, retira. Pasa las espinacas por un colador para retirar el exceso de líquido. Deja que se enfríen por completo.
Una vez frías, las picas en trocitos pequeños, las colocas en un bol y añadimos las 3 cucharadas bien colmadas de queso ricotta. Mezclar.
Derrite la mantequilla en el microondas hasta que quede líquida. Precalienta el horno a 180ºC
Mientras, extiende una lámina de pasta filo sobre la mesa de trabajo y, con la ayuda de un pincel, untas la mantequilla, pones otra lámina de pasta filo y vuelves a untar con mantequilla. En el borde inferior de la pasta filo, en el que está más próximo a ti, empezaremos a colocar el relleno a lo largo, continuando hasta el extremo de la masa. Puedes ayudarte de una cuchara o de una manga pastelera.
Añade un poco de queso feta desmenuzado. A continuación, enrollamos con cuidado la masa alrededor del relleno hasta darle forma cilíndrica. Repite este paso hasta crear todos los canutillos rellenos.
En molde redondo apto para horno, coloca en centro, el primer canutillo enrollado sobre sí mismo. Dispón otro cilindro alrededor de la primera espiral. Continúa con el resto de cilindros hasta cubrir toda la superficie y crear una especie de espiral. Pintamos la superficie con un poco de mantequilla derretida.
Horneamos a 180ºC durante 20-25 minutos, hasta que adquiera un color dorado.
A la hora de servir puedes espolvorear algunas semillas de sésamo o un poco de tomillo seco por encima. Y listo!