Primero limpiamos y cortamos los ajetes (parte verde incluida), los salamos y los doramos junto a la guindilla en una sartén con AOVE.
Una vez listo retiramos la cayena (los valientes podéis dejarla, pero si queréis seguir disfrutando de la comida mi consejo es que la quitéis), añadimos las cigalas y las salteamos hasta que cambien de color. Servimos en un plato con sus ajetes, cogemos un trozo de pan y nos preparamos para no dejar cigala con cabeza!
Comentarios de los miembros:
Fácil y rica