Se cuecen las patatas en una cazuela, cuando estén hechas se dejan enfriar y se pelan para que luego no estropeen la lechuga al ponerlo todo junto.
Por otro lado se limpia la lechuga y los tomates, se trocean y los tomates se pueden pelar si se quiere (en este caso yo lo hice) para después cortarlos en rodajas.
Se limpian los champiñones y se laminan, en una sartén se pone aceite, cuando esté caliente se echan los champiñones, se salan ligeramente y se añade un chorrito de vino, se dejan hasta que estén hechos y dorados.
Para la presentación, lo primero que se coloca es la lechuga en una fuente, en el centro se ponen las rodajas de patata y alrededor las de tomate. Posteriormente se colocan los tomates secos y las aceitunas (al gusto). Por último los champiñones cubriendo todo.
El aliño en este caso que usé es una mezcla del aceite de oliva de los tomates secos, aceite de oliva virgen y vinagre de manzana, pero siempre se puede aliñar como más guste.
Y ya está, ensalada que sirve tanto para una cena tanto formal como informal.