Si bien, creo y además no cambiaré jamás de opinión, el gambón como está más rico y se guarda mejor su sabor es hecho al vapor, creo que de vez en cuando hay que darle un gustillo al paladar y flexibilizarlo un poquito. Esta receta es muy simple y sorprendentemente rica, muy rica. Os animo a probarla.
Ponemos el aceite a calentar con fuego medio y le ponemos las guindillas y el jengibre. Cuando alcanza temperatura añadimos las cebollitas con un poquito de sal.
Salteamos un minuto y colocamos los langostinos. Ponemos una tapadera y dejamos como un minuto.
Los volteamos y añadimos el brandy y la salsa de soja. Dejamos tapado otro minuto y añadimos el caldo con la maicena disuelta. Ponemos la mantequilla para que la salsa quede brillante y tapamos otro minuto.
Esto está listo para comer. Os aconsejo acompañarlo de un vino blanco lo más seco posible y vais a disfrutar de una sabor diferente.