Lasaña de pollo y menta con bechamel de naranja

Preparación

• Comenzamos con el macerado del pollo. Ponemos en el vaso picador las dos pechugas cortadas en dados y la cebolleta. Picamos todo bien y sacamos a un cuenco donde lo mezclamos con la menta bien picada, el zumo de naranja y un poco de sal y pimienta. Tapamos y dejamos macerar al menos una hora.
  
  Mientras podemos ir haciendo la bechamel. Exprimimos las dos naranjas y rallamos la piel. Reservamos.
• En una sartén amplia derretimos la mantequilla, junto con un un chorrito de aceite. Añadimos las dos cucharadas amplias de harina y rehogamos un poco. Incorporamos la leche poco a poco y sin dejar de remover a fuego muy bajo para que no se hagan grumos. Una vez bien incorporada la leche, añadimos el zumo de naranja y seguimos removiendo. Tiene que quedar una bechamel ligera, así que si fuese necesario añadimos un poco más de leche. Apagamos e incorporamos la ralladura de naranja y un poco de nuez moscada y sal. Reservamos.
• Encendemos el horno a 200º C.
  
  Sacamos el pollo después del tiempo de maceración y lo sofreimos ligeramente en una sartén con un poco de aceite. No lo hacemos mucho ya que luego tiene que ir al horno. Lo justo para dorarlo un poco.
• Dependiendo del fabricante de la pasta para la lasaña, tendremos que hidratarla primero o no. En mi caso, compré una lasaña que va directamente al horno. Ponemos en la fuente que vamos a utilizar una pequeña capa de bechamel. Situamos encima tres placas de lasaña. Añadimos tres cucharadas del relleno y bañamos con un poco de bechamel. Tapamos con otras tres placas y repetimos el proceso tres veces. Una vez echado todo el relleno y tapado con las placas, esparcimos por encima el resto de la bechamel y espolvoreamos con el queso y el pan rallado. Batimos un huevo y lo vertemos por encima. Espolvoreamos con un poco de menta picada.
• Introducimos al horno 25 minutos. Encendemos el gratinador y dejamos 5 minutos más o hasta que esté dorado y crujiente.
  
  Sacamos y emplatamos todavía caliente. Decoramos con una hoja de menta y parte de la piel de las naranjas.
• Un cava fresco y de media crianza, por ejemplo con chardonnay o un tinto muy joven y algo frío, le vienen de lujo.