Esta es una receta que desde el primer momento sabía que me iba a gustar, ya que tiene dos de mis ingredientes preferidos, el queso y el pimiento. Además, es muy sencilla y rápida de hacer, por lo que os podéis poner manos a la obra y sorprender a vuestros familiares y amigos.
Lo primero que vamos a realizar será la salsa, echamos en la batidora el tomate frito (si tenéis casero mucho mejor), se le añade un par de pimientos del piquillo y un poco del líquido que contiene el tarro (si veis que tienen muchas pipas colar el caldo). Esto es para aumentar el sabor a pimientos.
A continuación, metéis cada uno de los quesitos en un pimiento del piquillo, como tienen la misma forma se acoplan perfectamente.
En una fuente apta para horno se echa parte de la mezcla del tomate, encima los pimientos, otro poco de tomate y queso rallado por encima de los pimientos.
Se precalienta el horno a 240º y se introduce la fuente. Se tiene en el horno unos 20 minutos, daros cuenta que el quesito se tiene que deshacer dentro del pimiento, por lo que tiene que estar un rato. Una vez pasado este tiempo sacáis la fuente y servís, y ya está listo para comer.
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