Está receta es muy simple, sobre todo si no elaboras en casa el guacamole, pero os puedo asegurar que vais a triunfar. Yo la he hecho en multitud de ocasiones sobre todo cuando viene gente a casa, ya que no tardas nada y siempre ha gustado mucho, así que os la recomiendo cien por cien sobre todo para aquellos que no tenéis mucho tiempo para dedicarlo a la cocina o no tenéis mucha maña.
Lo primero que vamos a elaborar es el guacamole, porque va a ser lo que más tiempo nos va a llevar. Cortamos el aguacate por la mitad teniendo en cuenta que lleva el hueso justo en medio. Quitamos toda la pulpa y la vamos a poner en un bol, donde la chafamos con un tenedor. Ahora le añadimos el zumo del limón.
Cortamos en trozos muy pequeños la cebolla, el diente de ajo y el tomate. Si queréis que el guacamole tenga tropezones se lo añadís y le dais unas cuentas vueltas, si por el contrario no queréis encontraros nada, como es mi caso, pasáis estos ingredientes un poco por la batidora y se lo añadís al aguacate con un poco de sal. Ahora sólo falta mezclar todos los ingredientes y ya está listo para comer, lo tenéis que meter en la nevera hasta que llegue la hora de consumirlo.
No obstante, si vais con prisa y no os apetece elaborar el guacamole, no os preocupéis porque venden uno en el supermercado Mercadona por poco más de un euro y está muy rico. Además, os sale más baratos que el que elaboráis en casa, ya que los aguacates suelen ser bastante caros. Por supuesto con las cantidades que os he dado sale bastante guacamole para varias quesadillas o para acompañar unos nachos o patatas fritas.
Bueno ahora llega la hora de preparar la quesadilla, colocáis una torta de maíz y encima el jamón serrano y los tranchetes, colocáis la otra torta y lo metéis al microondas durante un minuto o hasta que veis que el queso está fundido. Lo sacáis le echáis por encima el guacamole y ya está listo para comer.