Calentar el horno a 180º. Batir el huevo con el azúcar hasta que quede una mezcla espumosa. Añadir la vainilla. Sobre la mezcla, añadir la harina tamizada con la sal y la levadura, y mezclar bien.
Incorporar los pistachos y arándanos con una espátula y repartirlos bien por toda la masa.
Formar un rectángulo con la masa sobre la bandeja del horno forrada con papel vegetal o una lámina de silicona. Poner en el horno unos 25 minutos.
Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla unos minutos. Cortar en rebanadas con un buen cuchillo de sierra, y volver a poner las rebanadas sobre la bandeja del horno.
Hornear unos 8 minutos, dar la vuelta y hornear otros 8 minutos, o hasta que estén dorados.
Dejar enfriar sobre una rejilla. Aguantan bien varios días en un recipiente hermético.
Prueba a poner otros frutos secos y otras bayas. Hay muchas combinaciones posibles para todos los gustos.