Parte la mantequilla en trozos y déjala fuera de la nevera unos 30 minutos. Preparar la masa con todos los ingredientes añadiendo la leche poco a poco según se vaya quedando seca. Al final incorporar la levadura fresca. La masa debe quedar firme, pero lisa y bonita.
Corta porciones de 50 gramos y déjalas reposar 30 minutos tapadas con un paño húmedo.
Forma barritas sin punta, rellenalas al gusto y ponlas en la bandeja de horno. Píntalas con huevo ligeramente batido y mezclado con un poquito de sal. Házles unos cortes casi laterales y bastante profundos con el cutter y ponlas a fermentar en un lugar cálido tapadas con un paño húmedo durante 90 minutos.
Precalienta el horno a 250º con un bol de agua. Cuando los panecillos hayan doblado su volumen, píntalos otra vez con huevo y hornéalos a 230º unos 12 minutos.