Poner la nata y mezclar con el azúcar y la levadura.
Añadir la canilla y las semillas de amapola para que en seguida queden bien mezcladas por todo el pan. Mezclar previamente a los blancos pegados. Añadir la harina. Bien amasar.
Dejar descansar dos horas. Es una masa rara dura y pegajosa al mismo tiempo.
Hacer la forma y en seguida dejar subida para que doble su volumen.
Dejar cada noche y la mañana en 15 minutos, el pan a la leche muy rica hacia 200 grados.