Antes de hacer nada, en mi caso, me gustan los boquerones bien limpios, destripados y descabezados.
Después de limpiarlos los pasamos por el grifo para acabar de quitar todos los restos que den sabores raros.
Lo que hice fue adobar la mitad de los boquerones, en un plato ponemos el pescado y cubrimos con vinagre y cominos, lo dejamos reposar en la nevera durante 1 hora.
Calentamos el aceite en una sartén.
Debe estar muy caliente para que el rebozado quede bien crujiente.
Para rebozar el pescado, poner la harina de rebozado en el interior de una bolsa de congelado, añado la sal y el pescado, cierro la bolsa y la sacudo un par de veces.
Al acabar cogemos la bolsa y se tira a la basura, así evitamos que la harina cubra toda la cocina.
Una vez tenemos el pescado rebozado, lo freímos en el aceite caliente.