Después de probar la caballa al horno, no querrás perderte esta nueva y exquisita versión. Este pescado, a menudo subestimado, revela un sabor increíblemente sorprendente. Lo hemos bañado en una salsa de soja y miel, fusionando sabores asiáticos que equilibran la dulzura con un toque salado. Acompáñalo con arroz blanco (como el arroz para sushi) y un toque de cebollino picado. ¡Tendrás un plato delicioso y perfectamente equilibrado!
Elimina las espinas de la caballa: primero, retira la parte exterior que las contiene. Luego, corta el filete a lo largo por la mitad y extrae la sección central con espinas. Asegúrate de que no queden espinas.
Preparar la salsa: Vierte la salsa de soja, el mirin, el aceite de sésamo tostado y la miel en una cacerola. Mezcla bien.
Cuando la mezcla hierva, remueve hasta obtener una textura similar a la de un jarabe.
Coloca los trozos de caballa en un recipiente hermético, cúbrelos con la salsa, cierra el recipiente y refrigéralo durante 30 minutos a 1 hora.
Pon los trozos de caballa en una sartén caliente y dóralos de 1 a 2 minutos por cada lado, dependiendo del grosor de los trozos y del calor de la sartén.
Sirve la caballa sobre una cama de arroz en un plato. Espolvorea con cebollino picado y semillas de sésamo tostadas. Si te gusta el picante, puedes agregar sriracha.
¿Cuándo hay que quitar las espinas al pescado? Puedes quitarlas antes o después de la cocción. Aquí los retiramos antes de la cocción. Para ello, retiramos la parte que contiene las espinas del lateral y la parte central del filete. Asegúrate de que no se te ha escapado ninguna antes de empezar el adobo. Después de la cocción, será más fácil quitarlas, pero tendrás que seguir los pasos mencionados anteriormente.
¿Con qué acompañar la caballa? Puedes servirla con calabacines salteados, arroz (en este caso arroz de sushi) o incluso patatas.
¿Cómo conservar la caballa cocida? Guárdala en un recipiente hermético en el frigorífico hasta 1 día.