En una sartén añadimos un chorrito de aceite y lo vamos calentando a fuego medio. Mientras se calienta el aceite, vamos a trocear en trozos pequeños una cebolleta o cebolla. Más o menos de este tamaño. Y lo añadimos a la sartén para que se vaya pochando lentamente. Añadimos pizca de sal y lo dejamos que se vaya pochando poco a poco.
Cuando ya tenemos la cebolleta pochada, añadimos el queso roquefort, lo vamos a ir añadiendo en trocitos para que se derrita más rápidamente. Si os gusta mucho el queso roquefort y queréis un sabor más intenso, podéis añadir más cantidad de queso, pero yo creo que con estas cantidades es suficiente.
Vamos removiendo hasta que se derrita por completo. Cuando ya está el queso derretido, añadimos la nata líquida y mezclamos bien y dejamos que la salsa se vaya reduciendo a fuego medio. Vamos a ir removiendo de vez en cuando.
Mientras la salsa se va reduciendo, vamos a cortar una loncha de pavo en cuadraditos medianos. Si no le queréis poner pavo, podéis ponerle pechuga de pollo, bacón, champiñones, langostinos… lo que queráis. Lo añadimos a la salsa y dejamos que siga reduciendo.
Mientras tanto, ponemos una cazuela con agua a hervir, añadimos sal, y añadimos los espaguetis. Removemos para que no se peguen. Y los coceremos lo que indique el fabricante.
Una vez cocidos, los escurrimos y los añadimos a la sartén junto con la salsa. Removemos bien para que la salsa se impregne bien en los espaguetis.
Opcionalmente, le ponemos perejil por encima para que le de un toque de color.