Cortamos los ajos en trocitos pequeños y los ponemos a dorar en un buen fondo de aceite.
Podemos usar una paella o una sartén amplia. Después echamos el pimiento verde y el rojo cortados también en trocitos y lo rehogamos bien. Le ponemos una cucharada de pimentón de la vera y lo movemos sin que se queme.
A continuación le echamos un buen chorro de vino blanco y lo dejamos evaporar un poco para que pierda el alcohol.
Es el momento de ponerle el tomate triturado o tamizado lo que prefiráis. Hay que dejarlo que reduzca bien, hasta que veamos que no hay casi nada de líquido en la sartén, es decir, que esté muy espeso.
A continuación, le ponemos la pechuga de pollo cortada en cubitos y lo movemos bien todo. En este momento le echamos la sal y la pimienta.
En otra sartén aparte vamos dorando los fideos con un chorrito de aceite. Este paso es muy importante para que los fideos queden en su punto, no tengáis miedo que no se queman, solo se tuestan, eso sí, tenéis que ir moviéndolos bien para que se hagan todos por igual.
En el momento en el que tengamos los fideos tostados y el pollo hecho lo juntamos todo y le damos varias vueltas para que se mezcle bien, pero con cuidado para no romperlos. Le añadimos el vaso de caldo, os va a parecer poco, pero hay que recordar que son fideos finos y se hacen en nada. Lo tenemos que dejar 4 minutos al fuego, con un fuego medio es suficiente.
Gracias por confiar y disfrutar de las recetaas que se compartante en Petitchef :) saludos del equipo :)