Una vez cortado el pan muy finito lo dejamos en un recipiente y lo humedecemos con agua con sal. Removemos para que se humedezcan todas las migas. Tapamos con un paño y esperamos tres horas por lo menos, manteniendo las migas húmedas y envueltas en el paño húmedo bien prietas.
En una sartén honda ponemos aceite y doramos el tocino ibérico cortado a trocitos. Una vez dorado, lo reservamos. (También podemos añadir longaniza, chorizo…) En ese mismo aceite, ponemos unos 6 dientes de ajo. Los doramos bien y los retiramos.
Pelamos la patata y la cortamos a cuadraditos pequeños. Agregamos la patata al aceite y dejamos que se cocinen a fuego medio para que queden blanditas. Cuando estén a medio freír añadimos la cebolla troceada.
Salamos un poco y dejamos que se cocinen. A continuación incorporamos las migas y las vamos removiendo constantemente a fuego lento para que no se tuesten. También añadimos unos ajos crudos picados . Removemos hasta que nos queden sueltas las migas y con un color más dorado, pero han de quedar esponjosas, no tostadas.
Cuando estén algo doraditas se añade el tocino que habíamos refrito y se acompañan de granos de uva moscatel y los dientes de ajo dorados que habíamos reservado.