En una olla ponemos las patatas cortadas, la cebolla, el ajo, el pimiento, el tomate, el perejil, el laurel, un poco de sal, el agua justa para cubrir, un poco de sal y un chorro corto de aceite.
Cocemos hasta que esté blando, probamos de sal y ponemos un huevo por persona.
Cocemos un poco o dejamos que se haga con el calor residual de la olla apagada, al gusto.
Y en el mismo plato, una vez servido nos ponemos un chorro hermoso de aceite de oliva virgen extra. Sano, sano.
Para mis niños: saco un huevo en su plato, un poco de patatas, algo de caldo, su chorro de aceite.
Pasamos por túrmix o tenedor según la edad o gusto del pequeñín en cuestión.
Y esperemos que se lo coman bien y no nos den muchos disgustos.