Lo primero que vamos a hacer es preparar las dos salsas, por un lado ponemos a calentar los 100 mililitros de nata y cuando está caliente le añadimos 4 lonchas de tranchetes de queso cheddar, también podéis utilizar queso cheddar normal. Daros cuenta que el queso va a ser lo que le va a dar espesor a la salsa por lo que echáis más o menos en función de lo que queráis, aunque os recomiendo que os quede un poco espesita para que luego no se os salga del perrito, también está más rica caliente que fría, así que esperaros hasta el último minuto para añadírsela al perrito. Podéis añadirle sal, aunque con la que lleva el queso yo creo que es suficiente.
La otra salsa es una mayonesa normal, lo único que hay que añadirle mostaza al final para darle este sabor. Se echa en un vaso batidor los 100 mililitros de aceite de girasol, el huevo, el medio limón y la sal, se bate y cuando veamos que la mezcla está espesa se sube y se baja un par de veces la batidora, añadimos los otros 100 mililitros de aceite de girasol y la cucharada de mostaza y continuamos batiendo hasta tener una mezcla homogénea.
En este caso utilicé baguettes de horno, por lo que seguí las instrucciones del fabricante y las calenté durante 10 minutos en el horno.
En una sartén ponemos un poco de aceite, cortamos la cebolla en juliana y la ponemos a pochar durante 15 minutos, mientras tanto vamos abriendo las salchichas por la mitad, partimos un tranchete en varios trozos y los colocamos dentro de la salchicha, lo cerramos con palillos y en la misma sartén donde hemos cocinado la cebolla freímos las salchichas por ambos lados, cuando esté por un lado, la sacamos, cambiamos los palillos y la freímos por el otro.
Ahora llega la hora de montar nuestro perrito, abrimos la baguette por la mitad, le colocamos la cebolla pochada, y la salsa cheddar, ponemos la salchicha y le echamos la mayonesa de mostaza por encima. También podéis añadirle otro tipo de salsas como el típico ketchup, pero creo que mataría demasiado los sabores de las otras dos salsas.