Poner a hervir el agua con un poco de sal y un chorrito de aceite. Cuando empiece a hervir, verter poco a poco la polenta y remover durante 3 o 4 minutos. Una vez esté hecha verter en una bandeja de horno.
Cortar el calabacín y el tomate en trozos pequeños y se echarlos por encima de la polenta. Añadir el queso por encima y calentar al horno durante media hora a 150 º más o menos. Y ya estará listo para servir!