Funda la margarina y mézclela con el resto de los ingredientes de la base. Procure que no esté caliente cuando añada la levadura o ésta se le activará por adelantado.
Rehogue las espinacas con unos ajos, hasta que reduzcan su tamaño y evapore el caldo que posiblemente hayan soltado. Haga una bechamel.
Mezcle las espinacas con la bechamel y reserve. Monte la masa en el molde para la quiche.
En este caso, la pasta tendrá que ir acoplándola poco a poco y con mucha paciencia y arte pues se desmorona con gran facilidad. También puede hacer una masa quebrada de toda la vida, en la versión sin huevo, leyendo cómo aquí.
Hornee la base SIN el relleno a 180º durante unos 10 minutos o hasta que vea que ha subido y endurecido levemente su superficie, como para soportar el relleno.
Vierta el relleno y hornee de nuevo hasta que ligeramente dore por encima.