En una cazuela ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva y pochamos la cebolla picada muy pequeñita. Añadimos el calabacín en bastoncitos de 2 o 3 cms. de largo ( sin pelar) y dejamos hacer unos minutos.
Añadimos el arroz y le damos unas vueltas para que se impregne bien del sabor de las verduritas.
Le ponemos el vino blanco y dejamos evaporar un poquito el alcohol antes de verter el caldo vegetal. El caldo lo preparé cociendo unas zanahorias, un puerro, una ramita de apio y un poco de perejil.
A medida que va absorbiendo el caldo vamos añadiendo más si es necesario hasta que el arroz esté en su punto.
Irá cogiendo una textura cremosa a medida que se va haciendo. Es importante revolver muy frecuentemente, conseguiremos que el almidón del arroz se suelte.
Al final, se le añade la cucharada de mascarpone y se sirve bien caliente.