Caramelizamos la cebolla en una sartén. Previamente la habremos puesto con aceite hasta que esté transparente. El proceso consiste en añadirle en ese momento tres cucharadas de azúcar de dejarlas que se incorporen al conjunto.
Limpiamos el atún de espinas y piel y lo cortamos en taquitos pequeños como de un centímetro y lo ponemos en un cuenco. Incorporamos la cebolla caramelizada, el perejil y tres pimientos cortados en trocitos. Un poco de pan rallado para compactar y un chorrito de vino blanco, sal y pimienta blanca. Mezclamos bien, estilo Jamie Oliver, con las manos.
Extendemos papel film y colocamos la mezcla en el centro. Hacemos un caramelo, bien apretado, que dejaremos enfriar unas cuatro horas o en el congelador sobre una hora.
Preparamos la salsa con cebolla picada rehogada. Cuando esté transparente añadimos los pimientos y rehogamos un poco. Añadimos dos cucharadas de harina y dejamos que se tueste un poco antes de añadir el tomate frito -unas tres o cuatro cucharadas-. Un poco de vino más un poco de agua y dejamos cocer unos minutos.
Solo queda cortar el rulo en rodajas que pasaremos por huevo y freiremos al gusto. Personalmente nos gusta bien fritas, porque quedan igualmente jugosas por el acompañamiento.
Servimos acompañadas de la salsa o incluso las podemos poner dentro unos minutos para que tomen calor si las tenéis fritas de un tiempo antes.