Cortar el solomillo en medallones, salpimentar y hacer a la plancha hasta que esté dorado.
Para la salsa no me complico mucho la vida, en la sartén donde hemos dorado el solomillo pongo la nata líquida y cuando está caliente añado una cuña de queso roquefort hasta que se funde.
En cuanto a la salsa tenemos dos opciones, una es servirla encima del solomillo y la otra es añadir el solomillo a la salsa y dejar que cueza un poco, lo dejo a vuestra elección; de las dos formas esta rico y si lo acompañamos con unas patatas panadera aún mejor.