Disponer las hojas de gelatina en un recipiente cubiertas con agua fría y dejar que se reblandezcan durante 10 minutos. Mientras, exprimir 7 naranjas y colar el zumo.Verter en un cazo 5 cucharadas de agua, calentar un poco e incorporar las hojas de gelatina bien escurridas. Dejar que se disuelvan completamente a fuego lento, removiendo.
Retirar el recipiente del fuego y agregar el zumo de naranja y el azúcar, removiendo para que éste se disuelva bien. Pasar el líquido a tráves de una gasa recogiéndolo en un bol grande.
Verter el líquido obtenido en un medior e incorporar el vino dulce necesario hasta llegar a 1 litro. Dejar enfriar fuera del frigorífigo hasta que alcance una densidad parecida a la del aceite.
Verter 1/4 de la preparación en el fondo de un molde en forma de corona, de unos 20 cm de diámetro, e introducirlo en el congelador durante unos minutos hasta que la gelatina espese.
Mientras, lavar el limón para que la piel quede bien limpia y cortarla muy finita. Pelar las frutas y limpiar las frambuesas, cortar en rodajas el plátano, en gajos el melocotón y en rodajas la naranja.
Retirar el molde del congelador y disponer sobre la gelatina la fruta y la ralladura de limón. Verter el líquido restante hasta rellenar el molde, con cuidado de cubrir bien todas las frutas.
Golpear ligeramente el molde para eliminar los vacíos de aire e introducirlo en el frigorífigo durante 4 horas. Antes de desmoldar el áspic sumergir el molde en agua caliente durante 30 segundos.Una vez disuelta la gelatina en la dosis de líquido indicada en el paquete, se puede perfumar y colorear de muchas maneras y así variar este delicioso postre.