Qué mejor manera para celebrar un día sin trabajar, que horneando un rico bizcocho, que ya sabéis que es mi dulce preferido (a la hora de cocinar). Buscando por mis armarios receteros, encontré limón y fruta confitada que había comprado hace un tiempo en el Lidl y que como iba a caducar, mi cabeza empezó a maquinar el bizcocho perfecto. Perfecto no sé si quedaría, pero Ismael y mi madre dieron buena cuenta de él en apenas un día, así que algo tendría que tener....Es un bizcocho muy esponjoso, húmedo y con u
Batimos los huevos con el azúcar hasta que estén bien ligados. Añadimos la esencia de azahar.
Añadimos el queso philadelphia y el aceite y seguimos batiendo.
Tamizamos la levadura y la harina. Reservamos. Añadimos a la masa la harina de almendras, la harina y la levadura tamizada y batimos hasta que esté todo bien integrado.
Para evitar que la fruta se quede en la base del bizcocho, pasamos la fruta confitada por harina y eliminamos el exceso de la misma. Lo añadimos a la masa y movemos con movimientos envolventes con una espátula.
Untamos la cubeta con mantequilla, espolvoreamos con harina y vertimos dentro la masa.
Modo horno: Debemos tener el horno precalentado. Pondremos a 180 ºC calor arriba y abajo. Tiene que estar 35-40 minutos, hasta que el pincho salga limpio.
Modo chefomatic: Programamos el modo horno durante 40 minutos ( hasta que el pincho salga limpio ). Le damos la vuelta y dejamos un par de minutos más para que se dore un poco y no quede tan paliducho. Para darle la vuelta me ayudo con la bandeja de vapor.