En primer lugar tenemos que preparar el bizcocho. Para ello previamente sacaremos los huevos de la nevera para que cojan temperatura ambiente.
Separamos las yemas de las claras y reservamos. En un bol mezclamos las yemas con la mitad de azúcar, mezclando bien hasta que la mezcla empiece a blanquear.
Montamos las claras a punto de nieve con la mitad del azúcar restante. Para ello batimos con la ayuda de unas varillas eléctricas, y a mitad del proceso añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que estén totalmente montadas.
Mezclamos las yemas con las claras montadas, suavemente con movimientos envolventes para evitar que estas bajen. Tamizamos la harina con la levadura y la vamos incorporando poco a poco, para evitar grumos.
Precalentamos el horno a 170ºC. Forramos un molde con papel de hornear y extendemos una capa de 1 cm (yo lo hice en la bandeja del horno, así obtenía una base grande, para poder luego recortar los lados y hacer un brazo grande).
Horneamos durante uno 15 minutos. Dejamos enfriar un poco y reservamos.
Para la elaboración de las yemas, primero hacemos un jarabe. Llevamos el agua a hervir junto con el azúcar y dejamos que hierva y espese (unos 6 u 8 minutos.). Cuando este hecho, dejamos que se temple un poco.
En un cazo fuera del fuego, batimos las yemas y vamos incorporando el jarabe poco a poco, sin dejar de remover nunca. Llevamos a fuego (bajo siempre) y no dejamos nunca de remover. En poco más de 5 minutos habrá espesado y ya estará lista. Cuando más tiempo lo dejemos, más espesará!
Si queréis un color más tostado solo hay que añadir un poco de colorante de paella (solo da color no sabor).
Separamos el bizcocho del papel de horno, con cuidado, y con la ayuda de un cuchillo recortamos los lados de éste para que nos quede una forma totalmente rectangular.
Extendemos una capa generosa de mermelada (también podemos rellenar de nata, chocolate...). Y con mucho cuidado enrollamos el bizcocho dándole la forma de brazo gitano.
Cubrimos todo el brazo gitano con la yema quemada, dando una abundante capa. Espolvoreamos azúcar y con la ayuda de un soplete tostamos la superficie.