Ponemos en la batidora la leche condensada, batimos e incorporamos los huevos uno a uno. Añadimos la ralladura de naranja y el aceite y batimos hasta que esté completamente integrado.
Mezclamos la harina con la levadura y la incorporamos poco a poco tamizándola. Tapamos con papel film y guardamos en el frigorífico durante media hora.
Ponemos papelillos de magdalenas en moldes de silicona o en el molde para hacer magdalenas y rellenamos 3/4 del papel con la masa. Con el horno precalentado a 200ºC introducimos las magdalenas. Horneamos unos 4 minutos a esa temperatura y pasado ese tiempo bajamos la temperatura a 180ºC.
Dejamos unos 10 minutos más. Pinchamos para comprobar que estén hechas y apagamos el horno y dejamos la puerta entreabierta.
Pasados 10 minutos las sacamos y las quitamos de los moldes de silicona y las ponemos en una rejilla para que enfríen totalmente.
Montamos la nata con el azúcar y cuando esté semimontada incorporamos las galletas partidas en trocitos pequeños. Seguimos batiendo hasta que la nata esté montada.
Decoramos las magdalenas para convertirlas en cupcake con la nata montada y un trocito de galleta oreo.