Preparamos unos ramequins, moldes para soufflés, poniéndole una tira de acetato alrededor y que sobresalga unos centímetros del borde. Pétalos de rosa cristalizados: limpiamos bien los pétalos con una servilleta, pincelamos con clara de huevo y espolvoreamos con azúcar, eliminamos el exceso. Dejamos en la nevera hasta el momento de la decoración.
Montamos los huevos con el azúcar, la esencia y el cremor tártaro hasta que estén blanquecinos y tripliquen su volumen, le añadimos la mermelada con cuidado no se bajen.
Montamos la nata y se la añadimos a la crema de huevos y mermelada, con movimientos envolventes. Lo vertemos en los ramequins y lo llevamos al congelador como mínimo 24 horas. Le quitamos la tira de acetato, lo decoramos con nata y los pétalos cristalizados.