Si alguna vez has tenido el privilegio de morder una galette des rois francesa, sabes que hay algo especial escondido entre las crujientes capas de hojaldre dorado. No, no nos referimos a la típica figurita de porcelana; hablamos del frangipane, esa crema almendrada que parece hecha para convencerte de que la felicidad existe en forma de postre.
El frangipane no es una simple crema. Es un verdadero placer culinario que nace de ingredientes humildes: almendra molida, mantequilla, azúcar y huevo. Como bien dice el pastelero y chocolatero francés Pierre Hermé: "Es como un abrazo en cada bocado".