Es sábado por la mañana, te has levantado temprano y has ido a comprar unas almejas al mercado. El pescadero te ha recomendado (y con acierto) unas almejas del carril. « Por unos eurillos más te llevas la calidad a casa, merece la pena ». Le haces caso. Toca elegir cómo las cocinamos. Después de un duro dilema ya que a Juan le gustan a la marinera, Rocio las prefiere a la plancha y a ti te gustan con un toque de naranja... Te decides. Ni uno ni otro: Las hacemos en salsa verde! Llega el momento de degustarlas y…. Oh no! tienen tierra dentro! Incomibles.
Cocinar las almejas es muy sencillo pero hay que saber cómo limpiarlas previamente para no encontrarnos nunca con la situación descrita en el párrafo anterior. Con este método que os vamos a contar, evitaremos esta desagradable sorpresa. Siempre.
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