Los ingredientes clave de los dulces portugueses son el azúcar (por supuesto), y las yemas de huevo... Pero, ¿y las claras?
Entre los siglos XVIII y XIX, Portugal fue el mayor productor de huevos en Europa. Las claras de los huevos eran exportadas y servían para purificar la producción de vino blanco y también para planchar ropa elegante de hombres ricos en toda Europa Occidental.
Las yemas en exceso eran tiradas a la basura o usadas como alimento para los animales. Cuando el azúcar llegó a las colonias portuguesas, todo cambió. Las yemas se mezclaban con el azúcar, dando inicio a los dulces más tradicionales portugueses.
Pero, ¿cómo llegaron esos dulces a nuestras mesas?
En el siglo XVIII, con la extinción de las órdenes religiosas en Portugal, monjas y monjes se vieron con la necesidad de ganar dinero para su sustento. Solución? Vender dulces
Estas tiendas de dulces se transmiten de generación en generación llegando así en nuestros hogares. Cada receta contada de una manera diferente (receta de la abuela, la tía, la madre) y todos ellos con un valor incalculable de la cultura portuguesa.
Pasteis de Nata, torta de laranja, Quindim, Pudim... todas, recetas con muchos huevos :D
Comentarios de los miembros:
La verdad es que son todos exquisitos
La cultura es indispensable para alimentar el cerebro y si ademas es culinaria alimentamos también el cuerpo. Es una explicación de las que jamas se olvidan y da gusto escuchar. Gracias
Que buena historia, todos los días se aprende algo nuevo.
Excelentes la historia y los dulces son de un espectacular sabor. Alegran el alma.