En principio esta receta se hace con patatas rojas que no se deshacen tanto ya que no tienen tanto almidón, pero yo sólo tenía unas patatitas nuevas. La hice como prueba y como acompañamiento para un sencillo filete de pavo. En la entrada pongo la cantidad real de los ingredientes.
Las patatas se cocinan sobre una sartén con agua, mantequilla (yo usé aceite), tomillo y ajo. En realidad sólo el tomillo aromatiza el agua. La mantequilla tiene su función una vez que se evapora el agua, ya que se saltean las patatas en su grasa. El ajo tampoco aporta sabor al agua, pero al cocinarse en el agua de las patatas, los ajos se suavizan y se ablandan y permiten machacarlos más fácilmente.
Cocinar las patatas de este modo permite largos tiempos de cocción, al margen de que la patata roja mantiene su forma y su textura.
Colocar las mitades de las patatas en una sartén grande, como de 30 cm, para que te quepan todas las mitades. Añadir agua, mantequilla o aceite, tomillo y sal. Llevar a ebullición a fuego alto. Una vez que empiece a hervir baja el fuego, tapar la sartén y hervir durante 15 minutos, hasta que las patatas estén blandas.
Quitar la tapa y retirar los ajos a un bol. Tirar el tomillo. Subir el fuego y reducir hasta que el agua se evapore y la mantequilla empiece a crepitar, 15-20 minutos.
A partir de este momento, la mantequilla empezará a tostar la base de las patatas. Dejar 4-6 minutos. Dar movimientos de vaivén a la sartén para que no se peguen al fondo de la sartén.
Machacar el ajo hasta que se forme una pasta, mezclar con pimienta y zumo de limón.
Fuera del fuego, añadir la mezcla de ajo, mezclar con las patatas. Espolvorear cebollino y mezclar.
Muchas gracias :)