Cogemos un molde que tenga los moldecitos no muy grandes.Cortamos cuadrados de pasta brick y ponemos 3 cuadrados en cada agujero, de manera que quede bien tapado e irregular para que quede más bonito.
Echamos en cada molde una cucharadita de sobrasada intentando que no sobrepasen el límite para que luego no se salga todo.
Después vamos cascamos los huevos uno a uno en un bol aparte. Ésto lo hago por si cae alguna cáscara ya que si cae en la cestita es más complicado sacarla y ya sabemos que los huevos de codorniz son un poco delicados de abrir, así que por si acaso es mejor ir haciéndolo poco a poco. A mi se me rompió alguno, pero no pasa nada.
Lo metemos en el horno a 180º y los dejamos hasta que la yema esté casi cuajada y los bordes de la pasta brick estén doraditos. Se sirven calientes, al momento de hacerlos.